El acero inoxidable se presenta en distintos grados, cada uno con propiedades y aplicaciones únicas. Los grados más comunes son 304, 316 y 430, que se utilizan ampliamente en entornos industriales, comerciales y residenciales. Aunque el acero inoxidable suele ser más caro que otros materiales como el aluminio o el acero al carbono, su larga durabilidad y bajo mantenimiento lo convierten en una opción rentable a largo plazo, especialmente en aplicaciones en las que sería necesario sustituirlo o repararlo con frecuencia con otros materiales.
Barra redonda de acero